District 9: Apartheid futurista

Movido por una noticia me atreví a sentarme una hora con esta película (District 9) que tiene todos los ingredientes para que yo la deteste. Producida por Peter Jackson, -el aclamado director de la fantasiosa trilogía de El señor de los anillos y la última versión de King Kong-, llena de efectos especiales en batallas entre alienígenas y humanos, y precedida por una publicidad poco trabajada y estrictamente dirigida para seguidores del cine irreflexivo y de acción física.

El misterio, la ciencia ficción y el futurismo me atraen de alguna manera. Ovnis, apariciones, misterios sin resolver, todo ello me obliga a perder unos minutos de mi vida para apreciar las fantasiosas explicaciones a estos hechos y saber si hay algo que me logre convencer del escepticismo cínico que mantengo sobre estos temas.
District 9 me parecía más de lo mismo. Sin embargo cuál no ha sido mi sorpresa, encontrarme con una película estética y formalmente bien hecha y con una reflexión interesante sobre temas humanos visto desde un posible encuentro del tercer tipo entre los humanos y seres del espacio.
Lo más llamativo es su estética documental. Filmada como un noticiero que traslada una verosimilitud inusual. Parece que asistimos a un hecho real, vivido hace unos meses con opiniones de expertos, pero también gente común que vivió junto a alienígenas. Esto hace además que, al contrario de todos los filmes de la misma o parecida temática, District 9 aborda este encuentro desde la óptica humana más pedestre y humana, valga la redundancia.
Tan humano es el amor como el odio, tanto lo es la compasión como la venganza. En esta película futurista los seres humanos hemos hecho lo que siempre hacemos con lo diferente: lo apartamos. Mantenemos a los seres extraterrestres como negros en Sudáfrica o judíos en el nazismo, en campos de concentración. Alejados de nosotros, de nuestras normas, de lo que hemos pactado como normal y que no acepta cambios.
Es interesante que aquel sentimiento de piedad, de compasión hacia seres extraños que ya nos invadió en E.T, vuelva con este filme. Pero no es sólo la compasión hacia el reprimido sino también el rechazo hacia nuestros órganos de represión humanos.
La crudeza del trato de nosotros los humanos con estos extraños del cosmos es motivo de reflexión. Nos retrata como lo que somos, seres incapaces de asimilar lo que se sale de la norma.
Película recomendable a la que creo que le sobran algunas batallas con armas de rayos láser y tecnología diseñada por ordenador, que no demerita la reflexión y el mensaje de humanidad que traslada al espectador.

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