El narrador literario y los puntos de vista

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blankEn artículos previos de esta web hemos visto algunos de los principales fundamentos que se deben tener en cuenta a la hora de concebir un texto narrativo de ficción. Es altamente recomendable sentarse a escribir conociendo previamente estos elementos.

Llegar al final del argumento es una labor ardua y mucho más enmarañada para un escritor de novela o cuento que no haya preparado de antemano su objetivo esencial, que no haya penetrado en las motivaciones y rasgos de caracterización de sus personajes y que no tenga en cuenta aquellos puntos esenciales de conflicto, crisis y resolución de su historia.

A todo esto sin embargo debemos enlazarle algo esencial, uno de los principales elementos de una historia de ficción: el narrador. No se debe tomar a la ligera su elección; de esta dependerá la verosimilitud de una historia, la honestidad con que se cuenta, el grado de consciencia del narrador, el lenguaje que se utiliza y hasta la relación que se establece con el lector. Depende del narrador escogido, en resumen, la forma y contenido general de la historia.

Durante mucho tiempo se ha escrito e intentado academizar sobre las diferentes maneras en que se puede contar una historia de ficción. La realidad es que contar una historia es tan personal que a veces es cuestionable que se pueda enseñar.

Sin embargo existen reglas, que como reglas al fin son discutibles, flexibles y por supuesto, profanables. Los grandes escritores como Tolstoi, Joyce, Proust las violaron y dejaron obras maestras, pero no siempre se tiene el talento para quebrarlas y salir indemne de ello. Por eso muchas veces es necesario empezar por conocerlas, respetarlas, y luego jugar con ellas.

Lo cierto es que estas reglas han sido atendidas por muchos escritores y muy pocas cosas nuevas se pueden aportar a esta materia. Creo que una manera muy sencilla, y no por ello menos respetuosa, de abordar el tema es la que hace Mario Vargas Llosa en Cartas a un joven novelista (Editorial Planeta Mexicana, S.A., México, 1997, pgs. 51-69)

El libro de Vargas Llosa es un texto de extremada naturalidad, que no pretende convertirse en manual alguno sobre escritura y llega a transmitir, con la fuerza necesaria, esas trampas de las que nos valemos muchos para hacer creíbles la mentira de la literatura.

Para Vargas Llosa los tres puntos en los cuales debe hacer énfasis un escritor actual para componer su texto ficcional son el punto de vista espacial, el punto de vista temporal y el punto de vista del nivel de realidad. Dicho de otra manera, ¿en qué lugar del espacio, del tiempo y de la realidad se ubica el narrador con respecto a la historia que cuenta? Lo iremos desvelando.

 

Más en: Cómo se escribe una novela. Técnicas de la ficción narrativa

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