Enseñanza del juego de Arcibel

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blankEn la película El juego de Arcibel, un periodista que escribe sobre ajedrez entra en prisión por un error tipográfico. En la cárcel, para matar el tiempo y enseñar a su ignorante compañero de celda, inventa un juego que parte del ajedrez y donde se enfrentan dos grupos armados con reglas que cambian y mejoran mientras transcurre el partido, y que luego termina siendo, sin que el periodista sea consciente de ello, la base de la lucha guerrillera contra el gobierno de turno en el país.

Un alto mando del ejército, sorprendido por la motivación de los combatientes, obliga a Arcibel a que le enseñe a jugar. Mientras aprende las reglas se queja de que una de la fichas del juego es tendenciosa porque culpa al ejército de una matanza de civiles y deben retroceder varias posiciones en el tablero de juego. Arcibel, coge otra ficha y lee que los grupos guerrilleros también hacen una matanza y deben abandonar el juego dejando que gane el gobierno. El militar sorprendido pregunta: ¿Por qué el gobierno sólo retrocede mientras los guerrilleros pierden el juego ante una matanza de civiles?

Arcibel responde: “Porque si los que quieren cambiar todo actúan como los que no quieren cambiar nada, mejor que dejen de jugar.”

La frase me hizo reflexionar en todos aquellos que quieren alcanzar objetivos por medios errados: antisistemas, terroristas, grupos guerrilleros, incluso hasta personas corrientes en sus relaciones diarias. Porque existe quien para relacionarse con el mundo necesita ejercer medidas de presión, llevar hasta el extremo la tensión con su pareja, sus amigos, la familia para hacer que ellos cedan ante sus peticiones. Sin estas medidas de coerción, que se convierte en un modo de vida, estos no encontrarían sentido a sus vidas.

Esta es la base de esos a los que Arcibel llama los que quieren cambiar las cosas y actúan como si no quisieran cambiar nada. Es la base de la guerra de guerrillas y el terrorismo, asesinar a los que consideran culpables o inocentes , imponer su visión y sus reglas, obligar al otro a ceder por el chantaje, el miedo, el terror; hacer que el contrario tenga el sentido común de querer salvar vidas humanas y ceda ante la pérdida de ellas o ante la posibilidad de poner fin al enfrentamiento.

Pero no sólo se utilizan medios equivocados para conseguir objetivos de los demás o para derrocar gobiernos, también desde los gobiernos se utilizan vías erradas para mantenerse en él. Cambios de la constitución, acaparamiento de los poderes públicos, represión de los medios de comunicación críticos, y una modalidad que toma auge cada día en América: recibir ayuda de grupos terroristas.

Algunos gobiernos populistas que aspiran a comunistas en América han apoyado y recibido ayuda de bandas terroristas del área. Esta es una verdad de Perogrullo que muchos sabían. Hugo Chávez, Rafael Correa y sus adláteres apoyan y defienden a los terroristas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), algunos se atrevían a asegurar que tenían contactos y se ayudaban entre sí, pero nadie podía asegurarlo, nadie tenía pruebas de ello.

Luego ha quedado bastante claro con la información obtenida de diferentes ordenadores arrancados en escaramuzas del ejército a las propias FARCs que reconocen en un vídeo que ayudaron a Correa quien, ante la evidencia que lo deja desnudo ante su pueblo, ataca al gobierno de Colombia y a la derecha de Estados Unidos; bastante curioso.

En cualquier caso, y no prestando atención a las maniobras de distracción del mandatario ecuatoriano, quedan en evidencia las amistades peligrosas de estos gobiernos populistas que han hecho de la frase de Arcibel una curiosidad filosófica y extraña. América Latina salió de muchos embolaos, de este también saldrá, pero como siempre quedará tocada por estos sinvergüenzas que pretenden cambiar las cosas pero viven y actúan como si no quisieran cambiar nada. Miren a Hugo Chávez cerrando emisoras en Venezuela. Así nos va en América.

Un comentario sobre “Enseñanza del juego de Arcibel

  1. Creo entender el juego de la realidad.
    Este juego en el que no me encuentro y me hallo y me pierdo una y otra vez al momento de verme en el espejo sin espejo sólo un marco donde asomo la cabeza y despierto dentro de otro sueño
    Creo entender, porque ajeno a ella (y es por esto al mismo tiempo por ser distancia viva que dejo de entender para entender) me adentro a esta realidad, que sólo es un juego.
    4° párrafo. El coronel, Pablo y Arcibel son el mismo.

    Mejor que dejen de jugar…

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