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Si entraste aquí, probablemente ya sabes qué es ChatGPT. La inteligencia artificial (IA) ha demostrado tener una increíble capacidad de adaptación a diferentes entornos y de realizar múltiples tareas de cierta complejidad, imitando lo que, hasta este punto, se sabe de cómo el ser humano toma decisiones. Por eso no deja de ser inquietante que te digan que esta vez la tecnología sí te puede quitar el trabajo como escritor.
Ya nos han dicho antes que moría la literatura, o cosas parecidas. Cuando apareció la imprenta fue un escándalo porque se decía que todo el mundo sería culto y no habría creación. Basta mirar al mundo y las redes sociales para saber que estamos rodeados de botellines, no de sabios y que luego de la imprenta se escribieron En busca del tiempo perdido, Cien años de soledad y Conversación en La Catedral. Nos dijeron que la pluma estilográfica era la muerte del escritor porque cualquiera podría escribir sus libros, ni merece la pena desmentirlo. Imaginen lo que se dijo cuando apareció la máquina de escribir y, ya con el ordenador o el libro electrónico, ni te cuento. ¡La muerte de la literatura!
Pero no, ahí sigue, la mala y la buena, como siempre, sobreviviendo a todo. ¿Podrá sobrevivir al ChatGPT?
He visto decenas de vídeos sobre el uso de esta IA para varias tareas o proyectos, hacer una web, componer un tema musical, crear una empresa, hacer un libro de cualquier género, escribir ficción y ya directamente hacer una novela. Y en todos había algo que me molestaba porque veía opiniones acríticas sobre el resultado.
Que si la historia que escribe ChatGPT es coherente, que están bastante bien los efectos que produce, que cualquiera puede hacer su libro sin escribirlo y, en especial, y esto no es lo más importante, pero centra el debate, me percato que gran parte de esa masa de gran público, cree acríticamente que la creación literaria es copiar y pegar lo que produce ChatGPT y ya cualquiera se convertirá en escritor.
Por eso me dije: voy a utilizar ChatGPT como mi esclavo, mi propio asistente personal y que escriba una novela bajo mi tiranía literaria. Aunque esta vez, intuía que las conclusiones eran las que imaginaba. Pero no me adelanto.
Por lo pronto te diré mi primer consejo para hacer una novela con ChatGPT:
Primer consejo: No uses ChatGPT ni ninguna otra forma de IA.
¡Pero qué absurdo! Como va a ser ese tu primer consejo, me dirán. Te doy argumentos.
La creación artística es un proceso complejo donde existe retroalimentación entre lo que piensas y lo que creas. ¿Qué quiere decir? Escribir ficción, hacer novela, no es sólo sentarse y poner una palabra detrás de otra, crear frases y párrafos en una hoja o en un procesador de textos y que salga un resultado que se pueda publicar.
Cuando se escribe una novela, estamos ante un proyecto complejo como preparar un viaje en familia a Egipto, realizar una investigación científica para la universidad o crear una empresa que sobreviva a las fluctuaciones del mercado. Está claro que todos estos proyectos tienen complejidades diferentes, pero al final revisten los mismos principios: enfrentar un cúmulo de problemas, organizar mentalmente varias soluciones para ellos y tomar decisiones concretas para resolverlos.
El que escribe una novela comienza desde que la idea que alguien le da o que él mismo vive, tras un revolcón emocional que te da tu pareja, una reflexión mínima sobre un libro que has leído, un hecho que has visto o vivido, hasta (como me gusta repetir a menudo) la respuesta al porqué una mosca revolotea sobre mierda seca. Escribir una novela comienza, por tanto, desde que nos viene una idea a la cabeza y vamos en el bus pensando en ella o en el restaurante favorito, mientras degustamos un pollo frito o una ensalada mixta, aunque no estemos frente a una hora de papel escribiendo.
Escribir una novela es, también, tomar decenas de decisiones, ¿Por qué quiero contar esto? ¿Qué novedad puedo aportar? ¿Cuántos personajes son necesarios? ¿Cómo los caracterizo? ¿Quién será el protagonista y qué criterios sigo para decidirlo? ¿Quién contará la historia? ¿Cuántos capítulos necesitaré? ¿Cuál será el conflicto principal y cuáles los secundarios? ¿El final será abierto o cerrado, triste o feliz, reflexivo o concreto? ¿Dónde estará el clímax? ¿Qué capítulos serán escenas y cuáles resúmenes? ¿Dónde habrá diálogo y donde no?
Todo esto que vas pensando, todo lo que reflexionas sobre las varias decisiones que debes tomar, y lo haces por ti mismo, expande tus capacidades de meditación propia y luego, cuando ya escribes, no sólo estás sintetizando algo que pensaste, sino que has tomado una decisión concreta para esa novela que escribes, y has obligado a tu cerebro a un aprendizaje práctico que te ayudará a tomar mejores decisiones futuras en la siguiente novela. Y no sólo para la novela que viene, también para tu propia vida.
Te lo explico con un ejemplo. Mi profesor de Filosofía, Emilio Ichikawa, decía que los ejemplos son “las muletillas del entendimiento”, pero estando de acuerdo, a veces es un buen método de enseñanza si los utilizamos bien. He estudiado mucho sobre la historia del arte, estilos, métodos, contextos, conozco por amigos pintores, muchas de las técnicas que se utilizan para realizar un óleo sobre lienzo, pero jamás he pintado uno. No tengo el aprendizaje práctico necesario para pintar un cuadro y jamás lo tendré si no lo hago. La literatura es exactamente igual. Si alguien piensa por ti las decisiones y no las ejecutas (en este caso una inteligencia artificial) no aprenderás ni a tomar decisiones vitales ni a escribir.
Pero dicho esto, como escritores de ficción, ¿podemos usar el ChatGPT como una herramienta más para nuestro trabajo? Vamos allá.
Lo que pedí a esta IA es que me diera consejos, ideas, planes y organización para escribir una novela negra, que es el género de moda ahora en 2023 y desde hace unos años para que los que vean, escuchen o lean, puedan servirse de lo aprendido. Quería una trama sencilla, pero no quería un texto simple. Pretendía que fuera algo más, que tuviera algo de reflexión social y me diera algunas paradojas morales que pudiera explotar para hacer pensar al lector.
Así que le pedí escribir sobre un crimen. Al principio intenté que fuera de una mujer, pero pensé “en la novela negra del siglo XXI que siempre mueran mujeres en crímenes atroces es ya bastante lugar común”, así que le pedí que la víctima fuera un hombre y, para aportarle complejidad y abstracción, le pedí que el asesino fuera su hijo menor.
Los diferentes planes y estructuras que me da son bastante convencionales. Si entras en detalles de lo que me ofrece diría que estoy ante la estructura de Crimen y castigo, una novela del siglo XIX. Tiene sentido porque no hablamos de una inteligencia real, sino de una imitación de lo que hace nuestro cerebro, que utiliza la información que tiene en su base de datos y con ella escoge y ofrece soluciones a mis órdenes. La cosa es que la base de datos de ChatGPT es más amplia que la mía. Debería ofrecerme buenas soluciones.
Por razones de tiempo no voy a exponer todos los pasos que seguí, pero mi encuentro con ChatGPT fueron varias horas de intercambio desde la idea inicial hasta que me redactara el primer capítulo de la novela negra. Si necesitas evidencias concretas te recomiendo que leas las anotaciones que hago a los textos que me ofrece, si bien no señalo todos los errores, porque son demasiados.
EJEMPLO 1 DEL PRIMER PÁRRAFO DE LA NOVELA
El río siempre ha sido testigo silencioso de nuestros secretos más oscuros🤮. Sus aguas enigmáticasocultan historias que nadie se atreve a contar, hasta que un día, su superficie calma se rompió para revelar un macabro hallazgo. (Frases típicas de la novela del siglo XIX, con moralina y lugar común más propio de un texto universitario antiguo) Allí, flotando sin vida, yacía el cuerpo de mi padre. Su rostro, ahora pálido y desfigurado, reflejaba el dolor y los tormentos que habían marcado su existencia🤮 (frase escrita como cualquier texto básico de un examen para español, pero poco original en términos ficcionales). Aquel instante desgarrador🤮 (¿Puede ser otra cosa que desgarrador encontrarse un cadáver en un río? Si lo es, mejor decirlo con otras palabras) se convirtió en el punto de partida de una pesadilla que nunca imaginé vivir, porque en mi corazón (¿En mi corazón, en serio?🤮) sabía que el culpable de aquel crimen atroz era… yo.
La atmósfera conseguida aquí hasta la revelación final no está excesivamente mal, pero hay un problema de punto de vista, dado que es poco probable que alguien se crea que un niño hable así. Obsérvese marcado en magenta el exceso de adjetivos.
EJEMPLO 2 DEL PRIMER PÁRRAFO DE LA NOVELA
(Que sea un niño de 11 años)
El río siempre ha sido un lugar misterioso, lleno de secretos susurrantes(cacofonía). Sus aguas tranquilas y cristalinas guardan historias ocultas que solo revelan a aquellos dispuestos a escuchar. Pero aquel día, todo cambió de repente. Corría por la orilla del río, persiguiendo las libélulas que danzaban en el aire, cuando lo vi. (Esto no está del todo mal. Diría que es aprovechable, a pesar de los lugares comunes) Flotando en el agua, estaba mi padre. Su cuerpo inmóvil y pálido me dejó sin aliento. Mis ojos se llenaron de lágrimas🤮 (mis ojos se llenaron de lágrimas es un lugar común que verás escrito desde que existe la literatura escrita.) mientras el nudo en mi garganta🤮 (exactamente lo mismo) me impedía hablar. En ese momento, mi mundo infantil se desmoronó y supe, en lo más profundo de mi corazón, (exactamente lo mismo) que algo terrible había sucedido (¡No jodas!). No podía entender cómo alguien podría lastimar a mi padre. Y lo que era aún más aterrador: ¿y si el culpable estaba más cerca de lo que imaginaba?
Ha escrito lo que le pedimos. No abandona los defectos de escritura, pero tiene otro problema. Ha perdido la idea inicial que le pedimos de que el asesino sea el niño. Siguen adjetivos absurdos que nada aportan a la originalidad de la narración y todos los errores previos.
EJEMPLO 3 DEL PRIMER PÁRRAFO DE LA NOVELA
El río siempre ha sido un lugar misterioso, lleno de secretos susurrantes. Sus aguas tranquilasy cristalinasguardan historias ocultasque solo revelan a aquellos dispuestos a escuchar. Pero aquel día, todo cambió de repente. Corría por la orilla del río, persiguiendo las libélulas que danzaban en el aire, cuando lo vi. Flotando en el agua, estaba mi padre. Su cuerpo inmóvily pálidome dejó sin aliento. Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras el nudo en mi garganta me impedía hablar🤮. En ese momento, mi mundo infantil🤮se desmoronó y supe, en lo más profundo de mi corazón🤮, que algo terriblehabía sucedido (¡No jodas!). No podía entender cómo alguien podría lastimar a mi padre. Y lo que era aún más aterrador: yo sabía la verdad. Yo era el responsable de su muerte. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal🤮, mientras me preguntaba si alguien más descubriría mi oscurosecreto.
Sigue el problema de punto de vista. Le cuesta asimilar y adaptar la narración a las órdenes que se le dan. El lenguaje no es adecuado, la atmósfera está bastante bien lograda, pero no te crees lo que lees porque la narración es contraria a la idea de mantener la intriga y descubre el argumento. Sobre todo, es un texto antiguo, sin alma, frío; con frases decimononas y propias de un texto universitario antiguo. Además de los errores ya vistos, agrega otro no menos importante sobre el punto de vista. Si el niño está contando, es el asesino y sabe lo que ha hecho, no tienen sentido frases como: «No podía entender cómo alguien podría lastimar a mi padre.» ¡Cómo puede no entenderlo si es él quien ha cometido el crimen! Y, lo que es peor, dice que él sabía la verdad. No entiendes que alguien lo ha hecho, pero tú sabes la verdad porque lo has hecho. No tienes pies ni cabeza.
¿Cuáles son mis conclusiones del trabajo con ChatGPT?
Lo más obvio es que no tengo miedo a que me sustituya como escritor, al menos no por ahora. Si me sustituye como aportador de información en Física cuántica o Matemáticas aplicadas, pues es algo que soy incapaz de medir y la verdad, me importa un huevo.
Tuve que darle muchas instrucciones que a veces entendía, otras no. Intenté volver atrás y adelante, copiar y pegar lo que ella me brindaba para que me ofreciera otra versión del trabajo previo que ya había hecho y tuve que darle muchas órdenes claras, pero que, al ejecutarlas, deshacía todo el trabajo previo que habíamos realizado. Las órdenes no las entiende correctamente y, cuando las entiende, es incapaz de producir un texto con varias órdenes juntas.
Los errores que tiene ChatGPT como “escritor” son dos, como mínimo: de escritura y de concepción literaria, aunque ambos, como veréis, están muy imbricados entre sí.
Primer problema importante y no es el peor. Aunque esto podrías evitarlo si eres un buen corrector en tu idioma, pero no sólo con la corrección idiomática, sino también de estructuras gramaticales y redacción.
Los textos supuestamente literarios que escribe ChatGPT están plagados de errores básicos de escritura y estilo que están superados por cualquier adolescente aplicado que tenga un mínimo de lecturas. Un texto “literario” hecho por ChatGPT no escapa, por más ordenes que le des, de tópicos, adjetivaciones innecesarias, repeticiones monótonas, estructuras verbales y gramaticales vacías, cacofonías y lo que es peor, de ideas preconcebidas y frases inútiles para lectores perezosos.
Dentro de estos errores uno importante, aunque podría ser considerado también de concepción, es el de los puntos de vista. No existe forma humana de que entienda la diferencia de matices entre escribir como testigo o protagonista, secundario o principal, en primera, segunda y tercera persona. Que sí, si le das la orden de cambiar un texto de primera a tercera persona, lo hace, pero es incapaz de comprender que estructuralmente eso obliga a ocultar unas cosas y sacar a la luz otras, que exige cambiar, junto al cambio gramatical, también el argumento principal de la historia.
Insisto, creo que cualquier escritor novel con algo de formación literaria y sin saber de técnicas literarias, pero con suficientes lecturas, escribe mejor que el ChatGPT. Cualquier texto literario ofrecido por ChatGPT, imagino que esto valdrá para la poesía y para otros textos no literarios, como notas periodísticas, ensayos y demás, son incómodos de leer para un lector mínimamente exigente.
Otro problema de escritura que puede ser considerado también de concepción estructural.
La escritura de ChatGPT es previsible. Adivinas con excesiva facilidad todo lo que sucede en el final de la novela desde el primer párrafo porque no sabe mantener la atmósfera de intriga que no desvele el argumento que le pides. En el proyecto que le ofrezco la idea es tratar de guiar lector de forma que empatice con la víctima (el padre) y odie al hijo de 11 años (el asesino), pero que a medida que avance la novela se vaya descubriendo que su padre era un maltratador potencialmente criminal y cambien, en tanto que lectores, nuestras afinidades por los personajes. Esto es imposible de hacerlo entender a la IA, o al menos no fui capaz de hacerlo. Toda la información que le das para que escriba con la sutileza de dar información sin hacerla obvia, de que escriba con la teoría del flujo o corriente subterránea de sentido donde lo que se lee guarda un mensaje oculto que no es evidente, no es posible.
Puedes cambiar las instrucciones, puedes ofrecer ejemplos de estilos y narraciones que pretendes imitar, pero las órdenes que asume y lo que ofrece no pueden evitar el hecho de estás ante una máquina que te hace en cada capítulo resúmenes de la idea general que le das por más que se centre en contar lo que le exiges para ese capítulo concreto.
Hay algo aún peor. ChatGPT y el resto de IAs que puedan utilizarse para “escribir” una novela, son incapaces de aportar algo parecido a un estilo ni es capaz de aprenderlo. Es cierto que si le das pides que imite el estilo de un escritor, revisa en su inmensa base de datos lo que existe sobre ese escritor y te ofrece un pastiche decoroso en imitación, pero desastroso como texto literario, y, sin escapar del resto de errores de escritura previamente apuntados.
Siguiente problema, esta vez ya de concepción.
ChatGPT posee moral para escribir. Cuando le das ciertas instrucciones donde se pongan en jaque algunos principios establecidos por la sociedad que puedan contravenir lo impuesto por minorías ideológicas de moda, se vuelve políticamente correcto.
Se la pasa advirtiendo que estás rebasando líneas, que debe existir una moraleja y que debe haber justicia, compasión, etc…
Aquí un ejemplo:
Proporciona un cierre adecuado a la novela desde la perspectiva del niño narrador, destacando la importancia de la justicia, la compasión y la superación personal, y deja espacio para la reflexión del lector sobre los temas abordados.
A ver, todo esto no es malo en sí mismo, pero tiene un problema grave para la creación de ficción.
El género ficcional tiene entre sus objetivos, aunque no siempre, hacernos reflexionar. Y este es uno de los objetivos más importantes de aquellas novelas que se han convertido en clásicos, es decir, aquellas que se siguen leyendo, aunque evolucione la sociedad, aunque cambien los seres humanos, aunque existan unas condiciones diferentes de aquellas donde se crearon, y por tanto sobreviven más allá de los aspectos éticos y morales que existían cuando se concibieron y publicaron.
Cuando leemos una novela entramos a una realidad paralela. Sí, muchos dicen que la ficción es mentira, pero esto, siendo verdad, es apenas una parte de ella, porque al leer entramos a un mundo inexistente, o más bien existente en ese libro que leemos, donde pueden regir las leyes de la realidad “Real” o unas leyes propias para ese libro que leemos, pero en todos los casos, es una imitación que nos provoca pensar sobre ella y sobre la realidad nuestra, la “real”, la que existe fuera de ese libro.
Para esa reflexión existen muchas formas, pero una de las más eficaces, es hacer que el lector se sienta incómodo, que cuestione la vida que conoce, los argumentos que tiene, que se pregunte si los preceptos éticos y morales de su vida son correctos siempre, en todo momento y en todas las circunstancias.
A veces, como escritor, debes provocar en tu texto que un menor de edad liquide a otro, que un pederasta logre su objetivo, que un asesinato racial quede impune o que una mujer sufra maltrato, porque puedes hacer que un lector que asiste como testigo en la ficción, se sienta conectado emocionalmente con una situación escabrosa que apenas lo conmueve en el telediario.
ChatGPT no puede hacer esto.
La inteligencia artificial está desarrollada bajo unos patrones morales que impiden cruzar las fronteras que la literatura, como hemos visto, necesita rebasar de manera frecuente. ChatGPT tiende a ser excesivamente moral, muy bien pensante, una mosquita muerta políticamente correcta; tiende a producir los textos bajo las infinitas leyes éticas que rigen la sociedad de sus creadores. Esto está bien para la convivencia humana, pero va contra la literatura, que muchas veces, se realiza con los despojos de la sociedad.
Tras todos estos errores, uno se pregunta: pero al final, ¿hay algo en lo que podamos usar el ChatGPT para nuestro oficio de escritor? Bien, la respuesta simple y corta es sí, pero con cuidado.
Si nos remitimos al plan inicial y la organización por capítulos que nos ha dado vemos que las ideas no son malas del todo. Como dije antes, este tipo de IA, tiene una base de datos inmensa, si le pides que ofrezca información, eso hará y lo hará bien, pero recuerda, no será original, no dará su opinión “personal” porque eso, hasta donde sabemos, no es capaz de hacerlo. A la hora de analizar una idea de una historia que quiero escribir, es probable que me ofrezca un proyecto decoroso sobre lo existente hasta la fecha en la que lo pida, pero tendré más información original de mi hija de 9 años o mi sobrina de 8 que de ChatGPT.
A día de hoy, julio de 2023. Puedo decir que no existe forma posible de que la inteligencia artificial pueda sustituir a un autor de novelas. ¿Podrá hacerlo en el futuro? No lo sé. No soy especialista en tecnología, pero me informo mucho sobre los avances tecnológicos, y no tengo certeza de que ChatGPT y otros similares, puedan “aprender” (con lo de irracional que tiene este verbo para hablar de la toma de decisiones de una IA) a escribir novelas con la sutileza de lenguaje, los matices sociales y morales y la intuición o pronóstico de las emociones que un ser humano vislumbra en otro.
Si me preguntan qué creo, diría que no, que no veo cómo estos obstáculos pueden ser superados por una inteligencia artificial. Pero cuidado, no niego, ni negaré la ayuda que puede ofrecer, en determinados momentos para desbloquear la memoria en el bloqueo del escritor, por más que no lo recomiende por los argumentos antes expuestos.
Si te cuesta organizar un esquema para hacer una novela un ejemplo como este podría ayudar.
1- Introducción:
Presenta al protagonista, el hijo menor de edad, y describe su vida antes del incidente.
Establece la relación conflictiva entre el padre y la madre, y las situaciones de maltrato que ocurren en el hogar.
2- Descubrimiento del cuerpo:
Describe el momento en que el cuerpo del padre es encontrado en el río.
Presenta a los personajes secundarios, como la policía encargada de la investigación.
3- Investigación policial:
Muestra cómo la policía comienza a indagar en la muerte del padre.
Introduce al detective encargado del caso y su equipo.
Destaca las pistas que podrían llevar a descubrir al asesino.
4- Flashbacks y revelaciones:
Utiliza flashbacks para mostrar momentos de maltrato y tensión familiar.
Revela detalles sobre la personalidad y los secretos del padre.
Expone las motivaciones del hijo menor para cometer el asesinato y defender a su madre.
5- El dilema del protagonista:
Explora la lucha interna del hijo menor tras haber cometido el asesinato.
Muestra su miedo a ser descubierto y las consecuencias que podría enfrentar.
6- Clímax:
Crea un momento de tensión máxima en el que el protagonista está cerca de ser atrapado.
Considera la intervención de otros personajes, como un amigo o un aliado inesperado.
7- Resolución:
Decide si el protagonista debe enfrentar las consecuencias legales o si encontrará una forma de escapar.
Muestra cómo el protagonista y su madre luchan por reconstruir sus vidas después de la muerte del padre.
No es descabellado, pero no recomiendo seguirlo porque le falta originalidad. Está lleno de ideas preconcebidas y mil veces explotadas que, si las sigues, reescribirás una novela mil veces repetida a lo largo de la historia, pero si no tienes otra opción, no es desastroso para empezar a organizar tu propio plan, no para seguirlo a pie juntillas.
De todas las ideas que ofrece ChatGPT cuando le pides que te ofrezca una estructura de la novela que le pides con los datos que le has ofrecido este es el mejor y el único que recomiendo:
Recuerda que esta estructura es solo una sugerencia y puedes ajustarla según tus necesidades y preferencias.
Conclusión: ChatGPT es bastante bueno dando consejos, pero muy malo, extremadamente catastrófico, ejecutándolos. Pero, amigos, aquí no se aleja demasiado de algunos seres humanos.