Una deuda de honor (Consejo sobre el oficio de escribir)
Por Dorothea Brande Pues bien, esto es muy importante, y no puede subrayarse lo suficiente: ¡has decidido escribir a las cuatro de la tarde y a las cuatro de la tarde tienes que escribir! No hay excusa que valga. Si a las cuatro de la tarde descubres que estás inmerso en una conversación, deberás pedir…
