La vida de un empresario puede ser una verdadera montaña rusa. Después de haber abierto varios negocios en mi vida profesional, pensé que sería útil revelar parte de la dura experiencia que he aprendido durante el proceso –el tipo de consejo que desearía haber conocido cuando comencé mi primer o, incluso, mi segundo negocio.
1. No subestimar un plan de negocios
Cuando comienzas, si no tienes entre tus objetivos buscar financiamiento externo, tendrás la tentación de renunciar a un plan de negocios formal y por escrito. Sin embargo, es necesario tomarse el tiempo para redactar un plan de negocios, tus previsiones y una estrategia de marketing concreta, porque es un medio particularmente eficaz para centrarte en tu objetivo. Toda planificación debería centrarse en dos cuestiones esenciales: ¿Cómo responde mi negocio a una necesidad particular o un punto débil del cliente, y cómo esto puede representar una oportunidad de mercado?
Además, no dejes de lado desde el principio la estrategia final que pretendes. ¿Quieres que tus hijos se hagan cargo de la empresa? ¿Prefieres venderla? Es muy importante tener en cuenta estas dudas desde que empiezas, pues como los ladrillos que sustentan tu empresa (su estructura legal) deben variar en función del resultado final al que aspiras.
2. No te estanques en el pasado
Mi esposo y yo lanzamos nuestro primer servicio online de archivo de documentos legales en 1997, y luego reingresamos al mercado con nuestra segunda empresa en el año 2009. Aunque nuestra experiencia previa nos dio alguna experiencia para la segunda vez, pronto nos dimos cuenta que el panorama del mercado había cambiado drásticamente desde nuestro primer intento. Tuvimos que dejar de pensar en los competidores, las necesidades del cliente y las expectativas de servicio previos y escribir un plan completamente nuevo.
El mercado y tu plan de negocios son entidades vivientes, están continuamente en proceso de cambio. Ya sea la primera vez o la quinta que entres en el mercado, tienes que seguir preguntándote: ¿Qué es lo deberíamos hacer hoy?
3. No contrates amigos
Suelo establecer lazos afectivos con bastante rapidez y pronto hago amigos entre la gente que me rodea. En general es un rasgo positivo, aunque me ha creado algunas situaciones difíciles cuando se trata de un negocio. En algún momento me ha costado admitir que algún empleado se aleje de mi lado a pesar de que soy consciente de que no es una buena medida. Si las cosas no están funcionando entre un empleado y el inicio de tu empresa, es hora de poner los sentimientos a un lado y tratar de encontrar en otro sitio la persona que puede aportar la solución adecuada.
Por desgracia, he aprendido que la gente puede decepcionarte, con errores que pueden ir desde la pereza hasta el fraude. Sigo creyendo que la fe en las personas es importante. Sin embargo, la fe a ciegas puede traer problemas.
4. No te atrevas sin un plan
Al igual que el plan de negocios, es fundamental reflexionar profundamente cualquier iniciativa que deseas poner en marcha. Cuando estás en medio de la euforia inicial, es fácil sentirse tentado a seguir cada nueva idea. Sin embargo, ten cuidado con no perder el centro de tus objetivos. De cara al futuro es fundamental en cualquier comienzo; y cambiar o dar bandazos en el rumbo, puede impedir que avances. Ante cada nueva idea, detente un minuto y piensa cómo encaja en el objetivo y la visión general de tu empresa, y luego idea un plan para hacerla posible.
5. No caigas en la trampa de descuento
Al principio, muchas empresas nuevas sienten la tentación de hacer grandes descuentos en sus precios para ganar cuota de mercado. Si bien la captación de clientes es importante, intentar atraer a los clientes a insostenibles bajos precios será a la larga una carrera hacia el fondo. Llegado el momento, elevar los precios en bienes y ciertos servicios puede ser un asunto complicado. He aprendido que es mejor centrarse en cómo aportar a largo plazo más valor a los clientes, que en recortar los precios.
6. No tengas miedo a fracasar
El entrenador de futbol Sven-Goran Eriksson dijo una vez, “El mayor obstáculo para el éxito es el miedo al fracaso.” El camino de un empresario es una incógnita y, a veces bastante agitado. Es fácil estresarse o entrar en pánico, pero no puedes dejar que el miedo te impida seguir tus sueños. Piénsalo de esta manera: cuanto más pronto fracases, más cerca estarás de descubrir lo que funciona.
Conclusión
Aunque es imposible garantizar el resultado positivo de cualquier nueva empresa, se pueden canalizar las situaciones imprevistas a nuestro favor. Estas son seis lecciones que he aprendido con el tiempo y habrá muchas otras por aprender ahí fuera. Si tienes la mente abierta, puedes adquirir sabiduría en todo lo que intentas y de la visión personal de otros colegas y empresarios.
¿Qué te hubiese gustado conocer cuando comenzaste tu primer negocio?
Artículo original: 6 Things to Know Before Starting a Business