Premio Nobel. La feria de los despropósitos
Tenía veintitantos años cuando le dije a un amigo que aspiraba a ganarme un día el premio Nobel de literatura. Claro, se echó a reír en mi cara y con el tiempo le tuve que dar la razón porque parecía algo inalcanzable. Cada día que pasa no lo parece tanto. Ya no es tan imposible…